Sacas el estuche de tu armario, sales de tu casa hacia la
sala de ensayos llegas armas tu instrumento te sientas al frente de tu atril
con tu carpeta cerrada y calientas, se para tu director al frente de la banda
abres la carpeta y ves ese papel lleno de notas musicales escritas solo para ti
el director alza la batuta y da entrada a los instrumentos. Una dulce melodía entonada por otros músicos y
tu invaden la habitación fuertemente y te hace exasperar cada vez mas hasta que
alguien se equivoca y paran toda la obra, el director instruye al músico hasta
que sale bien el pedazo ensambla con el resto de los instrumentos y continua
terminan el papel y cambian la obra, y así van devorando partitura tras
partitura –recuerden que mañana tenemos un concierto en el auditorio en el
ocaso señores- dice el director, sales del ensayo preparas tu uniforme duermes
y a otro día al ocaso sales hacia el auditorio con tu uniforme llegas te
sientas vez cuanta gente va llegando poco a poco el auditorio se llena dices en
tu interior “para esto fueron todos esos ensayos “ todo esta preparado… el
director hace señas a todo mundo alza la batuta y ataca a los músicos con su
barita mágica los músicos contrarrestan con el sonido de su instrumento y suena
una batalla épica entre músicos y director que es digna de que los dioses la
vean tu sangre hierve de la emoción de las notas, luego tal como fue empezando
un suave y lento final como un león que se va durmiendo en la sabana termina la
canción con un suave y perfecto cierre; la gente enloquece ahora la habitación es
invadida por aplausos de los espectadores y tu solamente te paras modestamente
ante ellos junto con los demás músicos y
recibes la gratitud de saber que diste un obsequio a la humanidad… eso es parte de la música.
y para concluir una canción digna de ser escuchada con los ojos cerrados